Si estás pensando en pasarte a la movilidad eléctrica, seguramente hayas escuchado que este tipo de vehículos funcionan mejor en un rango concreto de temperaturas. Al igual que sucede con otros objetos, materiales o los seres vivos, los coches eléctricos operan según un mínimo y un máximo térmicos: si el termómetro cae por debajo de un número determinado o lo supera, dejan de responder correctamente y su vida útil puede reducirse de forma significativa. En verano, es recomendable prestar especial atención al aumento de las temperaturas para seguir desplazándote con seguridad y eficiencia. En Eranovum te explicamos cómo afecta el calor a los vehículos eléctricos y te damos consejos prácticos para que puedas cuidar tu coche en esta época crucial.
¿Cómo influye el calor en los vehículos eléctricos?
Aunque la tecnología de las baterías de iones de litio avanza cada vez más rápido, es innegable que su durabilidad presenta ciertas limitaciones y que varía según aspectos como los ciclos de carga, la velocidad, el porcentaje inicial y final de cada recarga o la temperatura. Con respecto a este último factor, se estima que el rango ideal de funcionamiento de los vehículos eléctricos se sitúa entre los 18 y los 30 °C, aunque algunos modelos responden mejor de los 15 a los 24 °C. Entonces, ¿qué ocurre cuando la batería se calienta en exceso, por ejemplo, durante el verano?
La respuesta es que los vehículos eléctricos están programados para usar parte de la carga de su batería con el fin de refrigerarla y evitar circular a una temperatura demasiado elevada. Esto se puede hacer mediante una bomba de calor o un sistema de enfriamiento: en el arranque, se comprueba el estado de la batería y se calcula si es necesario reducir su temperatura antes de moverse.
Aparte de la necesidad de enfriar la batería, otro elemento que consume su energía es el aire acondicionado, clave para mantener el habitáculo a una temperatura agradable en verano. Aunque es el sistema que más reduce la autonomía de un vehículo eléctrico, es importante tener en cuenta que las luces, la radio o los USB también se alimentan de la batería para funcionar, lo que contribuye a la disminución de su carga.
Y este aumento del consumo por el calor, ¿cómo se traduce a cifras? Según un estudio reciente publicado en ScienceDirect, el uso de energía de coches BEV se incrementa en un 25-28 % cuando las temperaturas ascienden de 26-30 °C a 46-50 °C. Por tanto, cuanto mayor es la diferencia entre la temperatura ambiente y el rango óptimo de funcionamiento, más disminuye la autonomía. Si lo llevamos a un ejemplo práctico, un vehículo eléctrico con una autonomía de 400 km podría recorrer un máximo de 288 km hasta su próxima recarga si su uso de energía aumenta un 28 %.
Recomendaciones para evitar que el calor afecte a los coches eléctricos
Aunque estos datos parecen desalentadores, existen formas de minimizar la pérdida de rendimiento de la batería cuando hace calor para evitar que se degrade antes de tiempo y obtener la máxima autonomía del vehículo eléctrico.
Aparcar a la sombra
Siempre que sea posible, es recomendable estacionar el coche en un lugar alejado del sol para que no se caliente en exceso, sobre todo si va a estar muchas horas expuesto a la luz directa. Si existen puntos de recarga, es buena idea mantenerlo enchufado a la red mientras no se utiliza para que el sistema de gestión controle la temperatura de la batería sin consumir su energía.
Circular más despacio
Suena contraproducente, pero el consumo de energía aumenta con la velocidad por la fricción con el aire. La diferencia de tiempo al hacer un viaje de 500 km a 120, 110 o 100 km/h no es tan acusada, pero puede plantearnos la necesidad de tener que parar a recargar. También se recomienda planificar las rutas con antelación para sortear zonas de tráfico denso sin sombra o buscar trayectos alternativos que eviten las temperaturas elevadas.
Vigilar la aerodinámica
El coeficiente aerodinámico también está estrechamente relacionado con la fricción del aire, por lo que es recomendable retirar la baca o los sistemas de transporte para bicis y esquíes si no se van a usar. Asimismo, se aconseja mantener las ventanillas cerradas.
Controlar el aire acondicionado
Además de enfriar el habitáculo antes de salir —si es posible, mientras el vehículo está conectado a la corriente—, es crucial climatizar a una temperatura agradable, pero no excesivamente fría. Al igual que sucede con la velocidad, la diferencia entre 22, 21 o 20 °C sobre la autonomía puede ahorrarnos alguna pausa imprevista en el camino.
Conducir con suavidad
El motor y el freno regenerativo de un vehículo eléctrico son sistemas esenciales para que la batería se recargue en movimiento. Para que funcionen de manera óptima, es preferible evitar acelerar o frenar bruscamente sin motivo y optar por una conducción serena, sin cambios repentinos de velocidad.
Comprobar la presión de los neumáticos
Un factor importante todo el año, pero especialmente en verano por el aumento de los desplazamientos, es la presión de los neumáticos. Se deben seguir las recomendaciones marcadas por el fabricante para que el rozamiento no aumente y, por consiguiente, se reduzca la autonomía.
Cambiar los horarios de las recargas
De la misma forma que el calor afecta a las baterías, los cargadores también pueden sufrir sus consecuencias. Se calcula que, por encima de los 50 °C, el rendimiento de los componentes de un cargador se reduce y, en casos extremos, puede producirse una avería. Por tanto, es aconsejable recargar la batería a primera hora de la mañana o por la noche. Además, se recomienda evitar las funciones de carga ultrarrápida durante los periodos de altas temperaturas para prevenir las sobrecargas: en su lugar, es preferible cargar hasta el 80 % de manera más continuada, ya que muchas baterías alcanzan su rendimiento óptimo en este porcentaje.
Da el salto a la movilidad sostenible y descubre todas sus ventajas
Sin duda, los vehículos eléctricos son una alternativa eficiente que responde cada vez mejor a las variaciones térmicas. Tan solo necesitan un poco más de atención cuando llega el calor para que puedas seguir disfrutando de tus viajes sin preocupaciones. Si quieres evitar esperas en las estaciones, te recomendamos instalar nuestra app para acceder a una red de puntos de carga en lugares estratégicos y con diferentes potencias. No importa la época del año: cambiarte a la movilidad eléctrica es una apuesta por un futuro más sostenible.
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