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¿Cómo se conduce un coche eléctrico? Todo lo que debes saber antes de ponerte al volante

La llegada de los vehículos eléctricos (VE) es uno de los cambios más significativos en la historia del automóvil. Para los conductores, la transición actual, con un número de matriculaciones que aumenta cada año en países como España, representa mucho más que cambiar de combustible: significa adaptarse a una nueva forma de interactuar con el coche y la carretera. Tanto si estás valorando pasarte a la movilidad eléctrica como si ya has dado el salto, te recomendamos consultar esta guía, donde ofrecemos consejos prácticos para que puedas optimizar tu experiencia al volante.

  • El silencio en el arranque 

La primera impresión que suelen transmitir los coches eléctricos viene marcada por la quietud. Cuando se presiona el botón de encendido, no se escuchan los clásicos ruidos o vibraciones de un motor de combustión. En su lugar, un indicador en el cuadro nos confirma que todo está listo para empezar a movernos.

Aunque este silencioso sistema es una de las ventajas más valoradas de estos vehículos porque reduce el estrés y la fatiga auditiva, requiere un breve periodo de adaptación hasta que asociamos la ausencia de sonido con un coche que ya puede circular.

  • La entrega inmediata de potencia

Una de las diferencias más perceptibles en la dinámica de conducción de un VE reside en la propia naturaleza del motor eléctrico. En contraste con los vehículos de combustión, que necesitan alcanzar un nivel de revoluciones para funcionar de forma óptima, los eléctricos tienen una curva de potencia lineal que proporciona el 100 % de su potencia al instante y sin necesidad de caja de cambios. Desde el primer momento en que se presiona el acelerador, los motores eléctricos entregan una gran potencia sin un mínimo de revoluciones por minuto.

Esta característica tiene sus implicaciones:

  • Respuesta inmediata: la aceleración es lineal, potente y sin demoras. Esto aumenta la agilidad al incorporarse a vías rápidas, adelantar o salir con el coche parado.
  • Conducción fluida: la ausencia de la caja de cambios evita las interrupciones en la entrega de potencia y ofrece una experiencia continua.
  • Necesidad de control: la disponibilidad inmediata de aceleración exige más suavidad y precisión con el acelerador. Si se presiona bruscamente, sobre todo en superficies de baja adherencia, se puede perder tracción, así que requiere práctica. Para estos casos, todos los VE disponen de modos de conducción que suavizan la experiencia a gusto del conductor.
  • El sistema de frenado regenerativo

Uno de los conceptos más innovadores de los VE, la frenada regenerativa, es clave para su eficiencia. Cuando se levanta el pie del acelerador, el motor eléctrico invierte su función y actúa como un generador que convierte la energía cinética del coche en movimiento en eléctrica para almacenarla en la batería y usarla cuando sea necesario. Esta conversión de energía provoca una resistencia que desacelera el vehículo de manera automática, es decir, sin presionar el freno. La intensidad de esta retención se puede configurar en la mayoría de los modelos. La ventaja es que el consumo del vehículo disminuye y el desgaste de las pastillas de freno se minimiza, con el consecuente ahorro en mantenimiento.

El concepto de la conducción “one-pedal”

En sus niveles más intensos, el freno regenerativo posibilita una técnica de conducción llamada “de un solo pedal” o “one-pedal driving”, donde se utiliza casi exclusivamente el acelerador para gestionar tanto la aceleración como la desaceleración. Para ello, el conductor:

  1. Presiona el acelerador: aumenta la velocidad.
  2. Reduce la presión: la velocidad disminuye progresivamente.
  3. Levanta el pie por completo: activa la máxima regeneración, lo que produce una desaceleración que, en muchos casos, detiene el vehículo.

Dominar esta práctica no solo prolonga la autonomía del coche al recuperar la máxima cantidad de energía posible, sino que también mejora la comodidad cuando hay mucho tráfico y reduce de manera considerable el desgaste de los componentes del sistema mecánico, que se reserva para urgencias o como apoyo final durante la frenada.

  • Los modos de conducción

Los coches eléctricos modernos cuentan con varios modos de conducción que el usuario debe aprender a gestionar correctamente para adaptar el comportamiento del vehículo a sus necesidades específicas. Aunque la terminología varía entre fabricantes, las opciones más habituales son:

  • Modo Eco: prioriza la eficiencia energética para maximizar la autonomía. Por tanto, limita la potencia, suaviza la respuesta del acelerador y optimiza el rendimiento de sistemas auxiliares como la climatización. Es ideal para viajes largos o conducción urbana eficiente.
  • Modo Normal o Confort: ofrece un equilibrio entre eficiencia y rendimiento. Es la opción predeterminada para el día a día y responde de manera natural.
  • Modo Sport o Dinámico: proporciona el máximo rendimiento. El acelerador entrega toda la potencia disponible al instante y la dirección es más firme para aumentar la precisión del control. Incrementa el consumo energético a cambio de ofrecer una experiencia de conducción más deportiva.

Algunos modelos incorporan un selector inteligente de modos para gestionar de forma óptima la energía disponible y adaptar el vehículo al estilo preferido de conducción.

  • La seguridad del entorno

Otro factor que debemos tener en cuenta antes de empezar a conducir un coche eléctrico está relacionado con el primero que hemos mencionado: el silencio del motor. Aunque es una ventaja para las personas en el habitáculo, puede suponer un desafío para la seguridad de los peatones y otros usuarios de la vía, que suelen depender de señales auditivas para circular con seguridad.

Para mitigar este riesgo, la legislación europea exige desde el 1 de julio de 2021 que los vehículos eléctricos e híbridos nuevos incorporen un Sistema de Alerta Acústica de Vehículos (o AVAS). Esta tecnología emite un sonido artificial cuando se circula a poca velocidad —normalmente por debajo de 30 km/h— para avisar de la presencia del coche. Aun así, como conductor es imprescindible ser consciente de que este tipo de vehículos son más silenciosos que los clásicos de combustión, por lo que se deben anticipar mejor las acciones de los peatones y ciclistas, sobre todo en zonas urbanas saturadas o aparcamientos.

  • La flexibilidad de las recargas

Un aspecto que no se suele considerar en un primer momento como ventaja a la hora de conducir un coche eléctrico son las recargas. Aunque existe la creencia de que consumen mucho tiempo, en realidad los VE modernos cuentan con sistemas muy eficientes que ofrecen cargas ultrarrápidas de menos de 20 minutos con potencias superiores a 250 kW.

Además, en comparación con los vehículos de combustión, que solo pueden repostar en gasolineras, los coches eléctricos pueden recargarse en casa, ya sea a la entrada o en el garaje, o en la calle en uno de los múltiples cargadores de acceso público disponibles, como los de Eranovum. Esto proporciona una amplia flexibilidad a los usuarios, que pueden organizarse libremente y no depender de una única solución. Asimismo, las tarifas eléctricas son generalmente más estables que los precios del diésel o la gasolina, sobre todo si se aprovechan las horas valle, así que el gasto que supone recargar un VE suele ser inferior.

Particularidades de las marcas de coches eléctricos más conducidas

Aunque la mayoría de los vehículos eléctricos presentan las características que hemos analizado, algunos modelos incluyen opciones distintivas que es importante conocer antes de ponerse al volante:

  1. Tesla: sus modelos ofrecen una de las autonomías más altas del mercado, que puede alcanzar los 702 km según el ciclo WLTP. Además, logran consumos reducidos de energía de 12,5 kWh/100 km.
  2. Grupo Kia y Hyundai: pioneros en usar la arquitectura de 800 V, que permite recargar hasta el 80 % en 18 minutos. También ofrecen tecnologías innovadoras como la conducción con un único pedal y asistentes de inteligencia artificial.
  3. BYD: una marca conocida por su innovación, su batería Blade proporciona una gran densidad energética y una autonomía elevada, que promete recargas completas en tiempos muy cortos.
  4. Audi: con hasta 697 km de autonomía en ciudad, la gama e-tron destaca por su tecnología avanzada y su enfoque en la sostenibilidad. A través de sus servicios en remoto, se pueden controlar aspectos como la carga o la climatización.
  5. BMW: líder en ventas de coches eléctricos en España, ofrece una amplia gama de vehículos con diferentes autonomías y niveles de equipamiento. Además, tiene como objetivo que el 50 % de sus ventas globales sean de VE para 2030.
  6. Volkswagen: con la vista puesta en la innovación, tiene previsto lanzar en 2026 un sedán con una autonomía alta, tiempos de carga muy cortos y una producción revolucionaria. Al mismo tiempo, pretende democratizar el acceso a los VE con modelos más asequibles que no renuncian a la eficiencia.
  7. PSA (ahora parte de Stellantis): fabrica vehículos en territorio español con dos plataformas, CMP para los VE y EMP2 para los híbridos enchufables. Sigue innovando con modelos ligeros, urbanos y comerciales para ofrecer una gama diversificada.

Descubre las ventajas de una movilidad más sostenible con Eranovum

Aunque conducir un coche eléctrico requiere una adaptación inicial a determinados conceptos y tecnologías, la experiencia es segura y cómoda, con el equilibrio justo entre eficiencia, rendimiento y confort. Invertir en esta movilidad es apostar por el futuro de nuestra sociedad y nuestro planeta.

Desde Eranovum, contribuimos para que recargar sea cada vez más sencillo con una amplia red de puntos de carga que está en constante crecimiento. Contamos con cargadores de diferentes potencias y nos encontramos en enclaves estratégicos de todo el país para que puedas dejar tu coche conectado mientras te ocupas de otras tareas.

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